jueves, marzo 05, 2009

¡Gente!

Hay gente que con solo decir una palabra

Enciende la ilusión y los rosales;

Que con solo sonreír entre los ojos

Nos invita a viajar por otras zonas,

Nos hace recorrer toda la magia.


Hay gente que con solo dar la mano

Rompe la soledad, pone la mesa,

Sirve el puchero, coloca las guirnaldas,

Que con solo empuñar una guitarra

Hace una sinfonía de entrecasa.


Hay gente que con solo abrir la boca

Llega a todos los límites del alma,

Alimenta una flor,

inventa sueños,

Hace cantar el vino en las tinajas

Y se queda después, como si nada.

Y uno se va de novio con la vida

Desterrando una muerte solitaria

Pues sabe que a la vuelta de la esquina

Hay gente que es así, tan necesaria.


Hamlet Quintana Lima

miércoles, febrero 11, 2009

Nuevos escenarios conceptuales.

Álvaro Fischer
El Mercurio, Jueves 25 de Septiembre de 2008.
Como lo ha ratificado la crisis financiera actual, el destino de los países se juega en los escenarios mentales de sus habitantes. Es en la mente de las personas donde se construyen los esquemas interpretativos de la realidad que gatillan nuestras conductas. Dichos escenarios se elaboran con la información que recibimos a lo largo de nuestras vidas, pero dependen de manera crucial de la forma conceptual en que la organicemos. De ahí la importancia de las teorías o modelos que intentan explicar la realidad que nos rodea. En la medida en que esas organizaciones conceptuales nos permitan comprender de mejor forma el entorno en el que vivimos y nos sirvan para organizar de mejor manera la vida en sociedad, lograremos nuestras metas de progreso de manera más rápida y efectiva.
Así, la revolución industrial se apoyó en el brillo conceptual de la llamada "mecánica clásica" para impulsar el desarrollo tecnológico y la creación de riqueza que la caracterizó. Las máquinas de vapor, los telares mecánicos, el motor de combustión interna, entre tantos otros, son las huellas físicas de ese esfuerzo intelectual. Esa forma de organizar el pensamiento humano rebasó el ámbito propio de su quehacer, y por eso Freud usó metáforas hidráulicas en su intento por explicar el funcionamiento de nuestra mente, Marx buscó describir de manera "mecánica" el desarrollo social en su "materialismo histórico", y la "producción en serie" de Ford tiene un claro perfume mecanicista en su concepción. El desarrollo de la mecánica cuántica y la relatividad general durante la primera mitad del siglo XX dan cuenta de las limitaciones de la mecánica clásica y, en consecuencia, nos alertan respecto de la necesidad de superar ese anclaje conceptual para organizar nuestro desarrollo futuro.

A partir de la segunda mitad del siglo XX, el eje de nuestra mirada se ha dirigido hacia la biología. Nos hemos dado cuenta de que es necesario expandir nuestro esfuerzo inquisitivo más allá del mundo inanimado, y destinar parte de él a entender cómo funcionan los seres vivos, incluidos los seres humanos. El fundamento para hacerlo es lo que se ha llamado la "perspectiva evolucionaria", es decir, suponer que todos ellos son el resultado de un proceso evolutivo, en el que el mecanismo que lo genera es la selección natural descrita por Darwin, responsable de haber esculpido los rasgos que los definen y que, en el caso de nuestra especie, son nuestro sistema emocional y nuestro sistema cognitivo.

Esa mirada nos permite agrupar bajo una conceptualización común las diversas disciplinas que describen nuestro comportamiento: la psicología, la sociología, la antropología y la economía, y lo hace preservando la coherencia con las disciplinas más generales subyacentes, como la física y la biología, en notable calce con la evidencia empírica acumulada. Sobre la base de esos escenarios "darwinianos" se han desarrollado los algoritmos genéticos en matemática, las construcciones abiertas en internet, como "wikipedia"; los esfuerzos para avanzar en nanotecnología, las más recientes aproximaciones para entender algunas enfermedades mentales o las formulaciones que permiten comprender nuestro comportamiento económico, ya sea en escenarios de competencia o de colaboración.

La perspectiva evolucionaria ha tenido un crecimiento explosivo, penetrando con gran fuerza explicativa todo el ámbito del quehacer humano. Es hora de que nuestro debate nacional -a veces chato, repetitivo y excesivamente coyuntural- deje espacio a estos nuevos escenarios conceptuales, que ciertamente serán el anclaje sobre el cual construir un futuro más promisorio.

viernes, febrero 06, 2009

Poemas para niños

Regalo de Aracely Arjona

Poemas para Niños.
Yo escucho los cantos de viejas cadencias

que los niños cantan cuando en coro juegan
y vierten en coro sus almas, que suenan,
cual vierten sus aguas las fuentes de piedra:
con monotonías de risas eternas,
que no son alegres, con lágrimas viejas
que no son amargas y dicen tristezas,

tristezas de amores de antiguas leyendas.
En los labios niños, las canciones llevan

confusa la historia y clara la pena;
como clara el agua lleva su conseja
de viejos amores que nunca se cuentan.
Jugando, a la sombra de una plaza vieja,

los niños cantaban...
La fuente de piedra vertía su eternocristal de leyenda.
Cantaban los niños canciones ingenuas,

de un algo que pasa y que nunca llega:
la historia confusa y clara la pena.
Seguía su cuento la fuente serena;

borrada la historia, contaba la pena

Autor: Antonio Machado.

viernes, enero 23, 2009

¿Qué haría Cristo en mi lugar?
Señor Director:
Esta interrogante logra sintetizar a cabalidad la espiritualidad de San Alberto Hurtado. Con motivo de la conmemoración de su natalicio, hoy 22 de enero, pareciera oportuno desentrañar los implícitos espirituales tras esta aguda interrogante. Quienes han leído sus escritos advierten con claridad la centralidad que tiene Jesucristo en su vida. De hecho, su cita bíblica más recurrente es Gálatas 2,20, que expresa: "...ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí", que es expresión de su hondo deseo de identificación con Jesucristo. Ante cada problema, ante las dificultades de cada día, ante la escasez de recursos, de colaboradores... ¿qué haría Cristo en mi lugar? Se cuestionaba una y otra vez Alberto Hurtado.
Entablar la comunicación con Dios en clave de pregunta da cuenta de un hombre humilde que se reconoce radicalmente pobre y que sabe ubicarse como criatura necesitada ante el Creador. Se trata de una persona que busca con sinceridad que Dios sea protagonista en su vida y ha aprendido que en la oración, más importante que lo que uno comunica a Dios, es lo que Dios comunica a la persona; porque es el Maestro quien puede iluminar las oscuridades y orientar la vida del discípulo.
La pregunta espiritual de San Alberto es también expresión de quien busca hacer silencio interior para escuchar con atención al Señor y así discernir en función de los valores y criterios de Jesús las acciones a realizar, para alcanzar el bien mayor, la mayor entrega, el mejor servicio a los demás.
En este año que comenzamos, que muchos entendidos auguran duro y difícil, atrevámonos a dejar que Jesús sea quien ilumine y oriente nuestras decisiones, a fin de que podamos entregar lo mejor de nosotros mismos para que las cargas y costos de una crisis sean más compartidos. Desde nuestra realidad particular, atrevámonos a preguntarnos: ¿Qué haría Cristo en mi lugar?
P. AGUSTÍN MOREIRA,
SJCapellán General Hogar de Cristo